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El metabolismo óseo podría influir en la vulnerabilidad al SARS-CoV-2, según un estudio de investigadores del IDIVAL, UC y SCS

Investigación covid (Foto: envato)
Un equipo de investigadores identifica un nuevo marcador que relaciona la calidad del hueso con el riesgo de infección por COVID-19

Santander, 21 de abril. Un estudio pionero desarrollado por investigadores del IDIVAL, la Universidad de Cantabria y el Servicio Cántabro de Salud ha revelado una sorprendente conexión entre el estado del metabolismo óseo y la susceptibilidad a la infección por SARS-CoV-2.

El trabajo, recientemente publicado en la revista Current Medical Research and Opinion, ha estado liderado por el grupo de Inmunopatología con la dirección de los doctores Emilio Pariente y José Luis Hernández. El objetivo es responder a una pregunta que hasta ahora estaba poco explorada en el ámbito de la pandemia: ¿puede un desequilibrio en el metabolismo del hueso hacernos más propensos a desarrollar COVID-19?

Los investigadores diseñaron un novedoso marcador clínico denominado AOMI, índice de alteración del metabolismo óseo, que integra distintos parámetros sobre la formación, destrucción y calidad del hueso. Este índice fue aplicado a más de 800 personas participantes en la Cohorte Camargo.

En cuanto a los resultados, se mostró que aquellos con un metabolismo óseo alterado (AOMI+) presentaban un mayor riesgo de infección por SARS-CoV-2, incluso tras ajustar variables como edad, sexo o comorbilidades. Uno de los datos más destacados es que la calidad del hueso, evaluada mediante el trabecular bone score, fue un mejor predictor de riesgo que la densidad mineral ósea.

Este hallazgo apunta a la existencia de una compleja interacción entre inflamación crónica, metabolismo lipídico y estado óseo, lo que podría explicar por qué ciertos individuos son más vulnerables al coronavirus. La relación fue especialmente significativa en personas jóvenes, lo que abre la puerta a posibles implicaciones hormonales.

Además, este estudio contribuye al desarrollo de la inmuno-osteología, un campo emergente que analiza cómo se relacionan el sistema inmunológico y el esqueleto. Según sus autores, en el futuro los biomarcadores óseos podrían utilizarse como indicadores indirectos de riesgo frente a infecciones e incluso ayudar a identificar grupos de riesgo en futuras pandemias.

Este avance ha sido posible gracias a la colaboración entre investigadores del IDIVAL, profesionales de los servicios de Medicina Interna y Reumatología del Hospital Valdecilla, docentes de la Facultad de Medicina de la UC y médicos de Atención Primaria de los centros de salud de Camargo y Solares.

Emilio Pariente, médico de familia en Camargo y profesor asociado en la UC, José Manuel Olmos, co-IP de la Cohorte Camargo y catedrático de Medicina en la UC y José Luis Hernández, IP de la Cohorte, jefe de Medicina Interna del HUMV y profesor titular en la UC (Foto: Gobierno de Cantabria)

Entre los firmantes del artículo se encuentran Emilio Pariente, Marta Martín, Daniel Nan, Daniel Martínez, Héctor Basterrechea, Javier Pardo, Merelyn Bonome, Sandra Solares, Carmen Ramos, José Manuel Olmos, Raquel Pascua, Víctor M. Martínez y José Luis Hernández.

El artículo completo puede consultarse en PubMed: https://pubmed.ncbi.nlm.nih.gov/40094222/