El contacto con la naturaleza mejora la salud física y mental
Santander, 16 de abril. Pasar tiempo en la naturaleza puede ser una de las maneras más sencillas y efectivas de cuidar nuestra salud. Muchos estudios afirman que tener contacto con la naturaleza ofrece beneficios directos sobre el cuerpo y la mente.
Actividades como caminar al aire libre, observar paisajes naturales o simplemente respirar aire puro puede reducir el estrés, mejorar el estado de ánimo y fortalecer el sistema inmunológico. Además, pasar tiempo en espacios naturales se asocia con una menor incidencia de enfermedades cardiovasculares, obesidad y trastornos de ansiedad.
Uno de los efectos más estudiados es la disminución de los niveles de cortisol. Estar rodeado de árboles, escuchar el canto de los pájaros o contemplar un río puede producir un estado de relajación profunda, favoreciendo la salud mental.
Por otro lado, se ha observado que la exposición regular a espacios verdes mejora la calidad del sueño y la capacidad de concentración, especialmente, en niños y personas mayores.
El contacto con la naturaleza no solo actúa sobre el bienestar emocional, también ayuda a mantener una vida activa que repercute positivamente en la salud cardiovascular, la presión arterial y el metabolismo. Igualmente, pasar tiempo en ambientes naturales puede estimular el sistema inmunológico lo que contribuye al equilibrio del organismo.
Espacios como parques, zonas verdes y entornos naturales pueden funcionar como herramientas preventivas frente a diferentes enfermedades. En un contexto donde el sedentarismo, el estrés y la ansiedad son cada vez más comunes, reconectar con la naturaleza puede ser una solución al alcance de todos.