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Cuidar la microbiota intestinal mejora la salud y calidad de vida durante el envejecimiento

Microbiota intestinal (Foto: Envato)
Un intestino equilibrado refuerza la inmunidad, previene enfermedades crónicas y mejora la calidad de vida en la tercera edad

Santander, 5 de mayo. El envejecimiento es un proceso natural e inevitable, pero cada vez más estudios apuntan a que la calidad con la que llegamos a la vejez puede estar influida por factores que van mucho más allá de la genética. Uno de los más relevantes en los últimos años es la microbiota intestinal, un conjunto de microorganismos que habitan nuestro intestino y que desempeñan un papel esencial en la salud general.

La microbiota actúa como regulador del sistema inmunológico, participa en la producción de vitaminas, influye en el metabolismo y también en el estado de ánimo. En cuanto al envejecimiento, mantener un equilibrio saludable puede ser una estrategia fundamental para prevenir enfermedades y conservar la funcionalidad física y cognitiva.

De esta manera, especialistas en salud digestiva y envejecimiento afirman que una microbiota diversa y bien cuidada puede ayudar a reducir la inflamación crónica de bajo grado, mejorar la respuesta inmunitaria y proteger frente a enfermedades como la diabetes tipo 2, la obesidad, los trastornos neurodegenerativos o las enfermedades cardiovasculares.

Además, el estilo de vida tiene un impacto directo sobre la composición de la microbiota. Hábitos como la alimentación, el ejercicio, el descanso y el manejo del estrés son factores clave que influyen día a día en la salud intestinal. Las dietas ricas en fibra, frutas, verduras y alimentos fermentados contribuyen a alimentar a las bacterias beneficiosas, mientras que el abuso de antibióticos, los ultraprocesados y el sedentarismo pueden deteriorar este equilibrio.

En la actualidad, comienzan a popularizarse enfoques personalizados como los suplementos probióticos adaptados a cada persona o las recomendaciones nutricionales dirigidas a mejorar la salud intestinal como medida preventiva frente al envejecimiento prematuro.

Cuidar la microbiota no solo mejora el bienestar diario, sino que se consolida como un recurso para promover un envejecimiento activo, autónomo y saludable. Para ello, puedes priorizar una dieta rica en fibra, incluir alimentos fermentados de forma regular, evitar el exceso de azúcares, grasas saturadas y productos ultraprocesados, mantener una rutina de actividad física moderada y dormir entre 7 y 8 horas por noche.